Industria Camaronera

La industria de camarón cultivado en Honduras  inicia con un proyecto piloto en la costa norte del país en  el año de 1969, por medio de la empresa Armour United  Fruit Company, posteriormente se trasladaron estos esfuerzos al sector del Golfo de Fonseca en 1972, en la zona sur a través de la empresa pionera Sea Farms, con el fin de realizar tareas de investigación dirigidas al desarrollo de una tecnología de producción adecuada a la especie nativa de camarón encontrada en esta área y de acuerdo a las condiciones ecológicas  del entorno.

Las investigaciones se realizaron con la construcción de un laboratorio integrado con 40 hectáreas de lagunas experimentales de diferentes tamaño; después de 8 años de investigación se pudo confirmar que el cultivo de camarón “peneidos” en el Golfo de Fonseca era factible y rentable. Esto, por la tecnología de producción encontrada y las óptimas condiciones que aportan las aguas del Golfo de Fonseca.

Partiendo de estas condiciones, en 1984 se inicia la apertura de este rubro acuícola, apareciendo pequeños, medianos y grandes productores, así como artesanales y salineros. En esta época, aparecieron inversionistas nacionales y extranjeros, quienes en forma integrada aportarían para el inicio de una industria prometedora para el desarrollo de Honduras.

Sobre el desarrollo se fue aprendiendo de sus errores y de los experimentos de otros países productores de camarón, consolidándola para ejercer un liderazgo a nivel mundial sobre los aspectos de productividad basado en lo que es hoy un desarrollo sostenible.

Honduras tiene una industria constituida por aproximadamente 420 proyectos de camarón cultivado, con una área aproximada de 24,500 hectáreas en producción. Estas unidades productivas generan un promedio anual de 65 millones de libras exportables y 150,000 empleos directos e indirectos de los cuales un 52% son mano de obra femenina, beneficiando alrededor de 500,000 personas.

El 20% del área desarrollada pertenece al sector artesanal, pequeños y medianos, quienes utilizan con un grado de  la misma se cultiva con tecnología extensiva, y el 80% que equivale a 19,600 has pertenece a empresas de mayor extensión y aplican tecnología  semi-intensiva, manejando de dos a tres ciclos al año, produciendo entre 1500 a 3000 libra por hectárea por ciclo. Hay un importante numero de proyectos artesanales que producen sal solar en época de verano. Los rendimientos de los productores artesanales oscilan entre 500 y 1500 libras de biomasa por ciclo.